sábado, 14 de enero de 2017

¿Quiénes fueron los misteriosos indoeuropeos? Tú que haz comenzado a leer estas líneas para aprender de los indoeuropeos, probablemente no sepas que tú mismo eres uno de ellos. Por que la condición de indoeuropeo la otorga el sólo hecho de poseer una lengua materna indoeuropea. No parece existir ningún rasgo físico común asociado a este pueblo, salvo la raza blanca y el aspecto idiomático, que no es menor. ¿Quiénes son los indoeuropeos? El nombre con el cual se les ha designado da cuenta sólo de su ubicación geográfica. En los ambientes académicos de Alemania se les llama “indogermanos” y hace décadas se les llamó “arios”, más en los medios periodísticos y políticos que científicos. No se conoce el nombre con el cual ellos se autodenominaban (endoétnico) o como los llamaban sus vecinos (exoétnico). Todo lo que de ellos se sabe, se conoce por los elementos que han sobrevivido en la lengua de los pueblos históricos que de ellos descienden. En medio oriente encontramos uno grupo de ellos que se denomina aryas. Se trata de habitantes de la India, Pakistán, Afganistán y Persia. La más antigua literatura de la India, el Rig-Veda, da constancia de que se designan con ese nombre. Durante el siglo V a. C los persas del imperio Aqueménida se llamaban así mismo con tal denominación. Además, con las naturales modificaciones del lenguaje, el termino a quedado en el moderno nombre de Irán y sus habitantes iraníes o iranios. El nombre no se limita tan sólo aun grupo de pueblos, sino que se encuentra en antropónimos de origen celta y germanos, por ejemplo Ariomano y Ariovisto, respectivamente. La denominación de los irlandeses de su país es Eire. Aún es más geógrafos griegos y romanos conocían la isla con el nombre de Ierne Se debe presumir que el nombre original es el de arios, pues es prácticamente imposible que dos pueblos tan alejados geográfica y temporalmente coincidan en su autodenominación. Seguramente la palabra ario significa en la onomástica señor y fue empleada por los primeros indoeuropeos como gentilicio nacional, Hoy sobemos que hay grandes diferencias, que con el paso del tiempo se hacen más densas, entre los pueblos de raíz indoeuropea, pero subyace un fondo cultural, religioso y lingüístico común. Así los brahmanes indios y los flamines romanos parecen tener profundas raíces comunes. En el terreno de los numerales hay palmarias similitudes en latín, griego y sánscrito, antigua lengua de la india. Si bien para decir uno se utilizan palabras aparentemente sin relación (latín unus, griego eic, sánscrito ekas), para otros la semejanza es ostensible. Español Latín Griego Sánscrito Dios Duo Dúo Dva(u) Tres Tres Tpeic Trayas Seis Sex Ex Sas Siete Septem Ekta Sapta Ocho Octo Okto Asta(u) Nueve Novem Evvea Nava Diez Decem Deca Dasa • Observaciones hechas por el viajero Philipo Sassetti en el siglo XVI. No se trata en ningún motivo de coincidencias ni fortuitas ni esporádicas, sino amplias y sistemáticas por afectar al sistema mismo de los numerales. En el sistema de los términos de parentesco hubo también “coincidencias” para los viajeros del XVI. Para “padre” en latín esta Pater, en griego, pates y en sánscrito pita(r); para “madre” hay respectivamente mater, matre, mate(r); para “hermano”, frater, fratre, bhrata(r). para “nuera”, nurus, vuos, snusa; para “viuda”, hay vidua en latín y vidhaya en sánscrito (falta la palabra griega). Scheagel, estudioso alemán, ya en el siglo XVIII encuentra evidentes pruebas de parentesco entre el latín, el griego, el sánscrito, persa y el germánico. Ciertamente no fue el primero en afirmarlo, ni el único que aporto pruebas de ello, sino que su contribución radica en lo difundida de su obra y en que el conocimiento de parentesco entre lenguas rebasó los limites meramente científicos y se extendió a todo el público culto de la época. En el año 1786, Coeurdoux, en París, y Jones en Bengala afirmaron verbalmente los parentescos de las lenguas indoeuropeas, lo que fue considerado como el punto de partida en la hipótesis de una lengua originaria común, con un pueblo común. Coeurdoux seguían aportando paralelos entre el vocabulario de las lenguas clásicas y el sánscrito “regalo” se dice en sánscrito daman y en latín donum; “fuego” agnis e ignis respectivamente, “nuevo” navas y novus. Como se puede ver la idea de un solo tronco lingüístico se había propagado por toda Europa, lo que ahora faltaba era la comprobación científica de alga que muchos tenían por certeza. La importancia del alemán Boop radica en que él encuentra semejanzas y paralelos, pero esta vez en el terreno de los sistemas gramaticales, los cuales no pueden ser fruto de la casualidad ni de prestamos e intercambios. Quedaba así comprobado que las lenguas indoeuropeas estaban genéticamente emparentadas. Donde se ubicó el pueblo indoeuropeo original. La lingüística del siglo XIX descubrió que la mayoría de los pueblos de Europa y algunos de Asia pertenecen a una misma familia, lo que equivale a decir que alguna vez fueron un solo pueblo. El hallazgo y la localización de este pueblo repercutió en la ciencia de la Historia, quien junto con la arqueología y por supuesto la lingüística se lanzó en la búsqueda de más información sobre estos remotos predecesores. La primera pregunta que surge es el ¿dónde se ubicó este pueblo?, al responder esto se sabrá el cuándo habitaron, cómo y por qué ese pueblo se extendió por Europa (europeización de Europa). Para responder a estas preguntas se han propuesto dos zonas en las cuales se podría hallar la “patria original” de la “nación” aria o indoeuropea, Europa y las estepas asiáticas de Rusia. En un primer momento se creyó que la patria indoeuropea se encontraba en la india por ser el sánscrito el idioma escrito indoeuropeo más antiguo, posibilidad que se rechazó rápidamente. Europa En 1878 Poesche daba por sentado que el pueblo indoeuropeo original era tez blanca y rubios, lo que lo llevó a afirmar que el pueblo indoeuropeo eran los lituanos ubicados en el báltico. El estudioso alemán K. Penka decía que los arios originales eran rubios dolicocéfalos de ojos azules, por lo cual los lituanos no calzaban ellos eran braquicéfalos, racialmente “inferiores”. Penka eligió como centro de expansión de la población aria la zona escandinava. Utilizó pruebas lingüísticas como, por ejemplo que los indoeuropeos hallan tenido una palabra para designar al “mar”, la que habría sido mori de donde proviene el latín mare, el castellano mar, el irlandés muir, el gótico marei y el lituano mare. Esto demostraría que los arios vivieron junto al mar y lo denominaban de algún modo. El argumento era insostenible, pues el termino no se encuentra en muchos idiomas asiáticos ni en el griego (mar, thalasa), y además la palabra mori podría no haber designado precisamente el mar, sino también podría haber significado lago. Lo mismo sucede con la palabra “haya”, el árbol, el cual se habría pronunciado bhagos, en la fagus, celta y galo bagos, y germánico buche. De esto Penka deduce que en la patria originaria había árboles de haya (la distribución geográfica del árbol favorece la zona escandinava). Pero en otras lenguas históricas hay reflejo de la palabra indoeuropea bhagos, pero con significado diferente al de haya: en griego bayoc significa “roble”; en ruso buz “sauco”; y en kurdo hay buz que significa “olmo”, de esto se puede presumir que la palabra bhagos denominada a cualquier árbol o que grupos indoeuropeos bautizaron con el nombre del “haya” a cualquier árbol de importancia en los nuevos paisajes naturales donde se encontraban. Por supuesto que el argumento que utilizó Penka se puede revertir y decir que era el significado de cualquier otro árbol de la patria originaria y que en las regiones nórdicas sirvió para designar el haya. En 1902 el problema indoeuropeo cayo en manos de un germanista, G. Kossina, quien llegó a la conclusión que la patria original se ubicaba en el norte de Alemania y el sur de Escandinavia. Eran así pues los alemanes los terceros candidatos a ser los verdaderos indoeuropeos (después de los indios y los lituanos). Pero la diferencia es que los alemanes se lo creyeron realmente. El antiguo pueblo germánico denominado bárbaro era ahora el pueblo original, puro y del cual surgían los otros pueblos de Europa. Fue tanto que los ideas de Kossina se transformaron en una especie de dogma muy poco contradicho por arqueólogos alemanes, y fue el caldo de cultivo sobre los que se asentaron los ideales racistas del Nacional Socialismo algunos años después. En 1922 Giles introdujo la idea de que los antepasados ancestrales hayan sido agricultores y sedentarios nómadas (poseían palabras para designar animales de granja y palabras como “aldea” y “ciudadela fortificada”), por lo tanto, el hogar debía ser apto para ambas actividades, es decir lo suficientemente llano (giles lo identificaba con Hungría y Panonia). Asia y las estepas del sur de Rusia Entre las muchas tesis asiáticas una de las más elaboradas y estudiadas es la de la arqueóloga lituana Marija Gimbutas quien desde 1960 a emplazado la patria original en las estepas de sur de Rusia, lo cual a sido ampliamente aceptado. Uno de los grandes atractivos de la tesis de Gimbutas es que encuentra restos de una cultura material y un hábitat que corresponden con lo que enseña la arqueología lingüística. Además asigna una cronología y una historia de las migraciones. La propuesta de Gimbutas parece ser la mejor fundada a pesar de otras recientemente aparecidas.

No hay comentarios: