miércoles, 9 de enero de 2008
CONCEPTO DE CIUDAD - ESTADO
“Pese a que las condiciones geográficas impulsaban la unidad como en Egipto, en Mesopotamia encontramos la existencia de ciudades estado independientes, llamadas así porque el gobierno de la ciudad y del Estado coinciden o, porque la ciudad es el eje del Estado. Cada una de ellas comprendía una ciudad y el territorio que la rodeaba era trabajado por los habitantes de la ciudad. Esta ciudad era en sus orígenes una ciudad – templo. Era propiedad de un dios y tenía como edificio fundamental y centro político, el templo del dios propietario y tutelar de la ciudad. El dios era, por lo tanto, el verdadero rey de la ciudad y él era el dueño de todo lo que ésta contenía: tierras, hombres, y animales. Dentro del estado universal que era el cosmos, la ciudad era una institución fundamental de carácter económico que debía suministrar al dios todo lo que éste necesitaba: alimentos, vestido y habitación”.
(Alonso, Rosa:”Las primeras civilizaciones del Cercano Oriente y del Egeo”, Editorial Kapelusz)
“Cada ciudad – estado es soberana e independiente de la otra. Sin embargo, entre ellas existe una cultura común que se manifiesta en la lengua, la escritura, la religión y el arte. Los principales centros fueron ciudades – estado súmeras, pues es precisamente este pueblo el que las creó. Entre ellas, destacamos las ubicadas en:
- La Baja Mesopotamia: Ur, Uruk, Eridú, Lagash y Umma
- La Mesopotamia Central: Kis y Nippur (donde se encontraba la morada de Enlil, divinidad principal de los súmeros) (Venturini, Martha María: Historia 1, Editorial Kapelusz)
“En las ciudades – estado mesopotámicas, además de la figura del rey o jefe local existía una asamblea; ésta era la autoridad suprema en la ciudad. Estaba formada por hombres libres y los debates eran dirigidos por un jefe. Sus resoluciones tenían fuerza de ley. Se convocaba a esta asamblea tanto por un delito o un crimen como por un problema interno de la ciudad o por una guerra. En caso de guerra se elegía como jefe a un joven y rico propietario, con habilidad y fuerza física, y se le otorgaba el título de lugal”. (Elisalde, Roberto: “Historia Universal”, Editorial Aique)
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