miércoles, 28 de marzo de 2007



: "LAS PRIMERAS EXPRESIONES DE LA HUMANIDAD"

Cuando comenzó la Historia, hace más de 5.000 años atrás, la humanidad ya había recorrido el largo camino de la era Antropozoica o Cuaternaria, con una extensión aproximada de 1 millón de años. El hombre es por tanto un protagonista tardío en el escenario terrestre y la evolución de la humanidad corresponde sólo a un breve momento en la enorme extensión de las eras geológicas.

ÉPOCA
Arcaica
Paleozoica o Primaria
Mesozoica o Secundaria
Cenozoica o Terciaria
Antropozoica o Cuaternaria

EXTENSIÓN TEMPORAL
2.500 millones de años
330 millones de años
110 millones de años
60 millones de años
1 millón de años

APARICIÓN DE ESPECIES
En los terrenos más antiguos no se conocen restos fósiles que testimonien vida
Invertebrados y peces
Reptiles y aves
Mamíferos gigantes
Aparición del Hombre

1.- LA CULTURA EN EL PALEOLÍTICO:

En el largo período de la Prehistoria, conocido como Paleolítico, se pueden distinguir dos etapas en las cuales se produjeron dos procesos interdependientes: El proceso de Hominización, en el cual los primates evolucionan física y mentalmente, desde los simios hasta el Homo Sapiens Sapiens u hombre actual. El segundo proceso es el de la cultura, donde el hombre comienza a diferenciarse de las demás especies animales porque es capaz de transformar su medio. Comienza a construir sus propias herramientas de piedra tallada y hueso, domina el fuego y logra las primeras manifestaciones artísticas y religiosas.

El primer proceso, de hominización, comenzó hace unos 4 millones de años en diferentes puntos del planeta. Hasta ahora, sabemos que África fue el principal foco donde se produjo la evolución por la cual los homínidos fueron adquiriendo rasgos físicos e intelectuales mas avanzados. Entre estos, destacan:

q El aumento de capacidad craneana, lo que facilitó un mayor desarrollo intelectual.
q La adquisición de la posición bípeda, lo que le permitió el desplazamiento y ocupar sus manos en funciones de manipulación y transporte de objetos.
q El desarrollo del movimiento de rotación y oposición del dedo pulgar, que le proporcionó la posibilidad de manipulación de objetos.
q La disminución de la musculatura del aparato masticatorio, a la que se sumó el desarrollo de ciertas áreas del cerebro que realizan la función del lenguaje.

EL MODO DE VIDA Y LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES CULTURALES

Los distintos tipos de homínidos que se sucedieron en este largo proceso evolutivo, fueron cazadores – recolectores nómades que vivían en bandas, es decir, en grupos familiares de no más de 40 individuos. Se supone que algunos de estos grupos se dedicaron a la pesca, otros a la caza de animales terrestres. Sus instrumentos evolucionaron desde los rústicos choper, piedras casi sin trabajo humano, hasta las puntas de flecha talladas por ambos lados, que elaboraron los homo sapiens sapiens.

Al parecer hubo diferenciación de actividades por sexo. Los hombres se dedicaron a la caza y pesca, mientras las mujeres y los niños a la recolección de frutos silvestres, preparaban los alimentos y posiblemente trabajaban los cueros para elaboración de vestimentas. El grupo familiar colaboraba en la construcción de sus viviendas temporales, sostenidas por armazones de madera o hueso. Contrariamente a lo que se piensa, los hombres del paleolítico no solían vivir en cuevas, sino que éstas eran utilizadas como lugares de paso y como espacio de culto.

A mediados del paleolítico, ocurrió uno de los mayores avances de la humanidad, los homínidos lograron producir y aprovechar el fuego. Éste les sirvió para enfrentar el frío, cocinar y ahuyentar los animales depredadores.

La sobrevivencia, la vida y la muerte comenzaron a ser preocupaciones del hombre durante el paleolítico superior. Las manifestaciones del arte corresponden a las pinturas rupestres, las que se interpretan hoy como rituales propicios a favorecer la caza, la pesca y la fertilidad. Se cree que estas funciones eran desempeñadas por determinadas personas y que estarían representadas en algunas pinturas, como el caso del hechicero o Mago del sitio arqueológico de Tríos Fréres, en Francia. Los ritos funerarios que se inician en el mismo período, revelan los entierros sistemáticos de los muertos, acompañados de ofrendas (objetos de uso cotidiano, objetos de arcilla, etc.).

EL HOMBRE DE NEANDERTAL

En 1856, se desentierra en una gran cantera del valle de Neander, Alemania, un extraño cráneo de huesos engrosados. Su descubridor, un maestro de escuela llamado Johan Fuhlrott, pensó que se trataba de un hombre primitivo. Reunió los fragmentos y estos fueron presentados a un grupo de científicos, quienes declararon que se trataba de un esqueleto patológico y que pertenecía a un individuo probablemente raquítico y con artritis.

Sin embargo, Thomas Huxley (el biólogo amigo de Charles Darwin) escribe en 1863: “Desde cualquier punto de vista que examinemos este cráneo, revela que se trata del cráneo más simiesco descubierto hasta hoy”. Sin embargo, los nuevos materiales esqueléticos encontrados en Rusia, Checoeslovaquia, Bélgica, Francia, Italia, Norte de África e Israel, indican claramente que muchas de sus características simiescas, caen dentro o muy cerca del rango de variación que presentan las actuales poblaciones humanas.

Los abundantes fósiles de Monte Carmelo, en Israel, corresponden a diez individuos de la caverna Skhul (caverna de los chivos) y al esqueleto casi completo de la caverna Tabun (caverna del horno). La mayoría del grupo de mujeres tienen caracteres neanderthalensis. Por lo tanto, la mayoría de los especialistas consideran que se trata más bien de una subespecie, Homo sapiens neanderthalensis, hoy extinta o fusionada con el hombre moderno.

Generalmente estos fósiles están acompañados por rastros de fuego y herramientas paleolíticas. Incluso muchos esqueletos aparecen rodeados con huesos ordenados de otros animales. Estos son los vestigios más antiguos de una preocupación del hombre por la muerte, y talvez, de las formas más primitivas de religión.

TRANSFORMACIONES EN LOS HOMÍNIDOS

Las principales modificaciones anatómicas que experimentaron nuestros ancestros hasta dar origen al hombre actual con las siguientes: postura erecta, acortamiento del rostro, aumento del volumen cerebral con alzamiento de la bóveda craneana y finalmente, disminución del arco superciliar. Estas transformaciones han sido documentadas en la abundante sucesión de fósiles descubiertos en África.

q Australopitecus: Son los homínidos más antiguos conocidos hasta ahora. Los primeros cráneos provienen de Kenya, África. Presentaban postura erecta bípeda y no se han encontrado herramientas en asociación a estos fósiles.
q Homo habilis: Es el fósil del género Homo más antiguo conocido, aunque sólo fue descubierto recientemente (1959). Sus fósiles se han encontrado únicamente en el continente africano. Su pertenencia al género Homo está basado en su gran capacidad craneana (700 cc. Comparado con los 440 del Australopitecus), ya la asociación con herramientas de piedra trabajada.
q Homo erectus (Hombre de Java y de Pekín): Esta especie presenta innumerables caracteres avanzados. Su capacidad craneana (775 a 1.225 cc.) es intermedia entre el Homo habilis y el Homo sapiens. Sus herramientas de piedra son más variadas y sofisticadas; era muy buen cazador (por los innumerables restos asociados) y usaba el fuego. Los especimenes asiáticos son más bien tardíos. Esto sugiere una migración desde África hace unos 800.000 años y hacia Europa un poco más tarde. Desaparece en Asia hace unos 200.000 años.
q Homo sapiens arcaico: Comprende una variedad de especimenes intermedios difíciles de clasificar por sus grados variables de modernidad. El primer grupo está constituido por los encontrados en diferentes lugares de África fechados entre 500 y 600 mil años. Mucho más tarde (90 a 30 mil años) aparecen otros más modernos en Asia y Europa: el hombre de Neanderthal. Finalmente, estos son paulatinamente reemplazados en el registro fósil por hombres modernos en una secuencia temporal hacia el Oeste: hace 40.000 años en el Cercano Oriente, después en Europa del Este 35.000 años atrás y finalmente, en Europa Occidental, hace 30.000 años.

CRONOLOGÍA DEL PERÍODO PALEOLÍTICO

De 4.000.000 a 2.000.000 de años a.C.
2.000.000 a 1.500.000 años a.C.
Paleolítico Inferior
1.500.000 – 200.000 años a.C.
Paleolítico Medio
200.000 – 100.000 años a.C.
Paleolítico Superior
100.000 – 10.000 años a.C.
Hombre Mono o Australopitecus
Homo Habilis
Homo Erectus
Homo sapiens Neanderthalensis
Homo sapiens Cro-Magnon

Primeras construcciones de vivienda y herramientas líticas
Uso del fuego y perfeccionamiento de las herramientas
Primeros entierros, escultura y arte naturalista
Creación del anzuelo, arpón, arco, flecha y lanzadera. Mayor abstracción artística. Poblamiento de América





2.- LA REVOLUCIÓN NEOLÍTICA

El período de la piedra nueva o Neolítico, estuvo orientado hacia dos procesos fundamentales: La sedentarización y la domesticación de animales y plantas. Estos hechos marcaron cambios profundos en las formas de vida y en la relación del hombre con la naturaleza.

El fin de la última glaciación (Wurm), hace aproximadamente 15.000 años atrás, originó las condiciones ambientales que conocemos en la actualidad, lo que favoreció las actividades antes mencionadas.

Las antiguas bandas paleolíticas se fueron adaptando a la vida sedentaria, agrupándose en pequeñas aldeas, debido seguramente a la abundancia de los recursos en algunas regiones o por la práctica de la agricultura, que las obligó a permanecer en algunos lugares determinados para cuidar los cultivos. Más tarde, las aldeas, por el aumento de la población, fueron convirtiéndose en ciudades hacia el 5.000 a.C. en el Cercano Oriente.

La domesticación de animales y plantas se comienza a desarrollar en distintos lugares del planeta alrededor de 8.000 a. C., siendo los más importantes la llamada Fértil Medialuna, en el Cercano Oriente, que comprende las regiones de Egipto y sudoeste asiático; el Lejano Oriente, que abarca las regiones de China e India; Mesoamérica y Andinoamérica. La creciente actividad agropecuaria permitió guardar los excedentes de producción y asegurar el alimento a un mayor número de habitantes.

El trabajo agropecuario se organizó en ciclos agrícolas y ganaderos. Se modificaron las relaciones de trabajo entre los grupos humanos, surgen las tareas artesanales y el intercambio. De este modo, se originaron las bases del comercio, la especialización del trabajo y el régimen de propiedad privada. Surge también la necesidad de organización administrativa, política y defensiva, que transformaron las comunidades en sociedades donde se fueron estableciendo jerarquías sociales, políticas, económicas y administrativas.

Por otra parte, los cambios tecnológicos marcaron profundas diferencias con el período anterior. Las herramientas de piedra pulida reemplazaron a las talladas. Hacia el 4.000 a.C. el hombre descubre como trabajar y fundir las rocas, iniciándose la Edad de los Metales (Cobre, bronce y hierro). La metalurgia desplazó el uso de la piedra en la fabricación de herramientas y objetos de uso doméstico. Junto con estos cambios, el descubrimiento de la arcilla cocida permitió el desarrollo de la cerámica y como efecto de la domesticación de plantas y animales, nació la industria textil al utilizar fibras como la lana y el algodón, en rústicos telares.

El arte del Neolítico siguió ligado a las creencias religiosas, aunque el centro de estas expresiones fue la arquitectura de características megalíticas, construida en distintos lugares de Europa. Las funciones parecen estar vinculadas al culto de los antepasados. Es el caso de los Menhires, monolitos alzados para fijar el alma del muerto y los Dólmenes, que corresponden a tumbas colectivas. Los Cromlech, son un conjunto de menhires colocados en forma circular, usados para rituales colectivos, por lo que pueden ser considerados como los primeros templos. Estos últimos también reflejan conocimientos de astronomía, dada la disposición y orientación de las grandes rocas de que estaban compuestos.

CRONOLOGÍA DEL PERÍODO NEOLÍTICO
15.000 A. C.
10.000 A. C.
8.000 A. C.
5.000 A. C.
Fin de la última glaciación ( Wurm)
Extinción de la megafauna y condiciones climáticas actuales.
Domesticación de plantas y animales.
Primeras ciudades en Turquía. Invención de la alfarería y la metalurgia.


















"INTRODUCCION A LA HISTORIA"

1. Historia y Concepto: La reflexión acerca del pasado ha sido preocupación de los hombres desde hace mucho tiempo. Ésta se ha manifestado a través de la tradición oral, mitos, crónicas, biografías, relatos, y recientemente por medio de estudios, análisis y explicaciones.
La palabra historia encierra una doble significación debido a que como afirma el historiador Pierre Vilar “historia designa a la vez el conocimiento de una materia y la materia de ese conocimiento”, es decir, la palabra hace referencia al conjunto de acontecimientos pasados, a la realidad histórica propiamente dicha, y la estudio y explicación de los acontecimientos se hace, es decir, la ciencia de la historia.
Esta circunstancia se ha resuelto por algunos historiadores llamando historia a los acontecimientos del pasado humano e Historia o historiografía a lo escrito sobre dichos acontecimientos históricos. De tal manera podemos decir hay una historia y múltiples historiografías, es decir distintas explicaciones de esa realidad.
Las diferentes formas de concebir la historia ponen en evidencia una de sus principales características: la de ser una ciencia en confirmación y en continuo movimiento como olas sociedades que estudia. Si la historia como ciencia se está haciendo, su concepto y su metodología (la forma como se investiga) constantemente se transforma y adecua a cada momento histórico en que se inserta. La historia y la vida varían demasiado y por lo tanto se transmiten el movimiento.
El estudio de la historia es un instrumento necesario del que nos valemos los seres humanos para comprender el mundo en que vivimos. Un mundo que se ha ido conformando a través del tiempo, en el que interactuamos y que influye en nuestra vida cotidianamente.
La historia se encarga de estudiar de una manera sistemática la procedencia de las manifestaciones humanas actuales a todas aquellas que conforman la sociedad, es decir, que afectan al conjunto de los individuos.
No recopila las acciones pasadas de la sociedad para que un individuo o grupo social posean cultura general, sino para conocer y comprender la realidad en la que nos encontramos inmersos.
El objetivo principal de los historiadores es lograr la mayor aproximación posible entre la historia como ciencia y la vida humana como realidad. El historiador Lucien Fevre definió a la historia como “el estudio científico elaborado de las diversas actividades y de y de las diversas acciones de los hombres de otro tiempo, captados en su fecha, en el marco de sociedades extremadamente variadas, y sin embargo, comparables unas con otras (...) actividades y creaciones con las que cubrieron la superficie de la tierra y secesiones de edades”. Febvre, L: Combates por la Historia, Barcelona, Ariel 1970.
La historia permite tener conciencia de nuestra realidad a partir de los que fuimos y nos conforma, de lo que pensamos y lo que nos llevó a ese pensamiento, de lo que nos justifica y explica nuestro presente del cual no podemos deslindarnos. La búsqueda de explicaciones y el sentido de la vida nos impulsa a reflexionar, sentir, y actuar conscientemente como individuos y nos inserta en el mundo actual como miembros de una comunidad que se explica en función de su pasado, el cual conformamos a la vez para el futuro.
El conocimiento histórico es importante porque la comprensión de la realidad presente que nos tocó vivir exige inevitablemente un conocimiento del pasado a partir de sus rasgos fundamentales, promueve un entendimiento más claro de los procesos de cambio, continuidad y ruptura en la sociedad, es un valioso escaparate de una gran cantidad de experiencias individuales que pueden enriquecer la propia; además contribuye a fomentar el respeto y la valoración del patrimonio cultural, histórico, arqueológico, artístico, antropológico, etcétera.

2. Las fuentes de la historia y su estudio en la interacción con otras ciencias. Para poder explicar la relación y el significado de los hechos pasados, el historiador busca toda aquello que contribuya con datos, explicaciones y relaciones a la conformación del conocimiento científico.
Para esto utiliza fuetes provenientes de distintas actividades humanas; de cualquier índole como crónicas, inscripciones, códices, datos estadísticos, por mencionar sólo algunos; tradiciones orales; utensilios y herramientas fabricados por el hombre o aquellas cosas en las que haya intervenido mediante su acción: edificios, obras de arte, mapas, alfarería, armas, acuerdos, puertos, la traza urbana de una ciudad, etcétera. Todas las cosas en las que el hombre haya tenido que ver, transformar o escribir enriquecen y constituyen elementos que el historiador puede utilizar para explicar los acontecimientos pasados.
La adecuada interpretación, valoración, comprensión y explicación de esas fuentes suele ser compleja. La historia se apoya en los conocimientos desarrollados por otras ciencias para facilitar el hallazgo y la comprensión de datos y problemas. Las ciencias sociales, por dedicarse al estudio de las diferentes manifestaciones humanas, la forma en que se relaciona los hombres tienen que ver con todos los aspectos de la realidad y en ese sentido todas las ciencias contribuyen al conocimiento del hombre y su entorno.
Sin ser exhaustivos mencionaremos, entre otras ciencias, a la geografía, el colchón de piedra de la historia, que ayuda a localizar los espacios físicos, características y condiciones económicas donde sucedió el acontecimiento histórico; la economía, que se encarga de estudiar la forma en que se produce y distribuye la riqueza en tal cual o cual sociedad; la sociología, que estudia el funcionamiento de un grupo humano; la lingüística, que se refiere a los idiomas, sus relaciones, sociales y aportaciones; la jurisprudencia, que norma las relaciones sociales con base en las leyes y preceptos sociales; la arqueología, que se ocupa de los restos materiales de diversas culturas, como edificios, utensilios y objetos; la antropología, que estudia al hombre en sus aspectos físicos y sociales; además, la historia recibe los aportes de otras ciencias como la psicología, la estadística y la política.
Con el apoyo de otras ciencias, en especial de las ciencias sociales, la historia puede explicar los hechos ocurridos. Considera las diversas formas en que se manifestaron las sociedades y por lo tanto el conocimiento acerca de ellas es más profundo. Conocer el ambiente geográfico, la economía, el desarrollo político, la formación ideológica, la actividad artística e incluso la mentalidad de la sociedad y la época a estudiar, proporciona un conocimiento mas acertado de las manifestaciones humanas.
Existen otros conocimientos específicos que ayudan a considerar las fuentes situándolas y verificando su autenticidad. Entre éstas se encuentran la diplomática, la numismática, la filología, la paleografía, la epigrafía, la cronología, la heráldica, la papirología, la criptografía, la silografía, etcétera.
El historiador debe aplicar una metodología propia para la selección, elaboración y explicación de las fuentes, según el problema que trate de solucionar, la cuestión que intente resolver y la concepción de la historia que tenga. Los resultados obtenidos de dicha investigación dependerán de las fuentes elegidas y la interpretación que de ellas haga.

3. Algunas corrientes historiográficas: Para la elaboración de las explicaciones del pasado, el historiador efectúa su tarea bajo una serie de conocimientos teóricos, metodológicos y técnicos, adquiridos específicamente para esa actividad.
De acuerdo con la orientación teórica que el historiador haya elegido o con la que haya sido formado, enfocará su investigación. El privilegio de algún tipo de información sobre las demás y la explicación de ésta de acuerdo con los supuestos teóricos elegidos, darán como resultado una interpretación histórica distinta a las demás. No es que cada historiografía explique cosas diferentes sobre los mismos hechos, sino que cada concepción histórica interpreta éstos de manera diferente de acuerdo con sus planteamientos iniciales. Lo más importante de estas interpretaciones es que encierren un carácter científico, es decir, de búsqueda y explicación de la verdad en sus procedimientos.
Existen diversas corrientes de interpretación histórica, unas con mayor fuerza que otras, lo cual se debe a que la historia como conocimiento no existe hasta que se la construye, interpreta y da sentido.
Enseguida se muestra de manera esquemática las características esenciales de algunas escuelas historiográficas.
Positivismo: Esta tendencia nacida a mediados del siglo XIX, fue fundada por Augusto Comte y practicada por Spencer, Durkheim, Buckle, Taine y Leopold von Ranke. El planteamiento fundamental era la necesidad de conocer las leyes que regían a la sociedad, de manera similar a como se conocían las leyes de las ciencias naturales. Una aportación de esta escuela historiográfica es el rigor en la selección, conocimiento y recopilación y crítica de las fuentes de la historia. Sin embargo, existía la negativa de incorporar aspectos teóricos, interpretativos o de valor a las explicaciones históricas para que pudieran ser objetivas y evitar algún tipo de pasión o preferencia personal. La historia era similar a las ciencias naturales.
Historicismo: Surge como una reacción al positivismo durante el siglo XIX. Sus principales representantes fueron Dilthey, Spengler, Toynbee, Collinwood, Ortega y Gasset y Croce. Al contrario del positivismo, afirma que los hechos históricos son únicos e irrepetibles, y por lo tanto, que no se pueden conocer mediante leyes. El historicismo no busca leyes, sino la comprensión de la infinita variedad de formas que asumen los acontecimientos y que nos constituyen.
Materialismo histórico: Fundado a mediados del siglo XIX por Karl Marx y Frederic Engels. Utilizó la dialéctica de Hegel y la aplicaron al estudio de la sociedad como un sistema coherente a partir de las leyes que rigen su funcionamiento y desarrollo. Pone de manifiesto la lógica del proceso histórico y las principales leyes de la interacción e interconexión entre los individuos a través de las relaciones materiales y la manera de producir los bienes necesarios.
Los modos de producción económica son la fuerza determinante del desarrollo histórico. Cada modo de producción sirve como fuerza dinámica y crea sus propias estructuras políticas, sociales y culturales. Como cada una tiene conflictos de clase e intereses distintos, se manifiesta la dialéctica (tesis, antítesis, síntesis) que es lo que proporciona el cambio en la sociedad.
Escuela de los Annales: Fundada en la mitad del siglo XX, la escuela de los Annales es de gran influencia en la historiografía contemporánea. Dentro de sus principales representantes se encuentran Marc Bloch, Lucien Fevre, Fernad Braudel. Sostienen que la historia debe ser vista como un problema a resolver desde el presente y para encontrar la respuesta se debe buscar en el pasado con el auxilio de los métodos y las explicaciones de las ciencias sociales.
Proponen buscar patrones de pensamiento y la conducta humanos en el tiempo, centrándose en aspectos comunes y repetitivos y no en hechos únicos y aislados. Por ello se encuentran explicaciones de las causas y las relaciones entre las distintas manifestaciones de la vida. Las propuestas de ésta escuela historiográfica modificaron la manera de generar el conocimiento las técnicas y el método, ya que se impulsó la historia social, económica, de las mentalidades (cambios y permanencia en la forma de concebir las cosas que le rodean a una colectividad), la recuperación de las fuentes como tablas demográficas y la geografía histórica, entre otros muchos aspectos.

4. Divisiones de la historia: Para poder sistematizar el conocimiento del pasado humano, los historiadores han desarrollado divisiones para hacerla manejable y poder explicarla de acuerdo con los límites preestablecidos, que de ninguna manera significa que así se presenten en la realidad.
En general, se han desarrollado tres grandes formas de dividir el estudio de la historia:
· Por grupos humanos y regiones geográficas: estudios generales o universales, nacionales, por continente, regionales o locales.
· Por temas o actividades: como la economía, la cultura o la política, también el transporte, el deporte, la guerra, la arquitectura, las religiones o la aviación, por mencionar algunos
· Por períodos edades o épocas: se trata de agrupar períodos que tengan afinidad en cuanto a las manifestaciones humanas como antes p después de Cristo, la hégira, o de algún acontecimiento muy relevante a juicio de l observador.

En este sentido se encuentra la división entre prehistoria e historia y es una de las formas comunes en que ha difundido la división de la Historia. La prehistoria se ha dividido a su vez en período Paleolítico, Neolítico, Edad de Cobre, Edad de Bronce. La historia también ha sido dividida en Edad Antigua, Edad Media, edad Moderna y Edad Contemporánea. Han existido otras divisiones como salvajismo, barbarie, civilización, etc.
Otras formas de dividir la historia se han concentrado en las formas en las que una determinada sociedad se relaciona y organiza entre sí a partir de la manera en que produce lo que necesita, es decir, mediante relaciones económico - sociales, como la comunidad primitiva, la sociedad esclavista, la sociedad feudal, la sociedad capitalista y la sociedad comunista, propuestas por el materialismo histórico.

5. Actividades
1. Elabora tu propio concepto de historia y analízalo con tus compañeros de clase.
2. Los modernos medios de información ¿pueden ser considerados como fuentes de la historia? Explica por qué.
3. Realiza un cuadro comparativo entre::
· Positivismo
· Historicismo
· Materialismo histórico
· La Escuela de los Annales

Destacando:
· Periodos en que surgen
· Concepto de historia
· Principales representantes
· Aportes al conocimiento histórico.

Bibliografía recomendada:
¨ Bloch, Marc. Introducción a la Historia. México, F. C. E, 1957.
¨ Fevre, Lucien. Combates por la Historia. Barcelona, Ariel, 1977.
¨ Marrou, Henrri. Del Conocimiento Histórico. Alianza, 1970.
¨ Khaler, Enrich. ¿Qué es la Historia? México, F. C. E, 1970.